miércoles, 22 de enero de 2020

La vieja escuela

Una mañana cualquiera del mes de mayo de 1992, Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, en clase de diseño gráfico con Benjamín Cárdenas. Veíamos como el pasar de 6 semestres bajo su batuta nos habían dejado en la cabeza múltiples hallazgos. Conocer la sustracción y la adición de los elementos en el diseño y aplicarlos en los diferentes talleres con papeles recortados, letraset, fotocopias y mil malabares creativos que teníamos que hacer para conseguir entregar un trabajo estético y que cumpliera con lo que él nos enseñaba con tanto esmero. Aquello era aplicar los estándares básicos del diseño.

Una mañana cualquiera del mes de noviembre de 2012, en cualquier lugar donde enseñen diseño gráfico. Un alumno abre el illustrator o el corel, toma el mouse y selecciona algunas de las herramientas propias de estos programas, hace un círculo y con algunos de los filtros le hace un efecto que para él es el más apropiado. Busca una fuente, ojalá las más chocoloca, agrega un degradé y le pone una textura que encontró buscando en Google para finalmente enviar el trabajo a su profesor por email.

Quizás el resultado de todo esto es un logotipo que cumple con la premisa del mismo trabajo, pero no con los estándares que la vieja escuela nos enseño a todos aquellos que la vivimos y la estudiamos.

Aquí es donde me pregunto: ¿Dónde quedó el legado de grandes Maestros como Dicken Castro, Chermayeff, Geismar, David Consuegra, Milton Glaser?